martes, 15 de diciembre de 2009
MEXICANOS ILUSTRES
Cualquier estado de la república tiene sus héroes; inclusive en la literatura que enorgullece a las entidades, como sería el caso de Jalisco, que tiene en su haber a Juan Rulfo y a Agustín Yañez. Puebla, la verdadera Puebla, se siente orgullosa por haber derrotado al mejor ejército del mundo, en aquella heroica batalla del 5 de Mayo de 1862. Pero también conmemora a sus héroes revolucionarios: Cármen, Aquiles y Máximo Serdán, quienes se adelantaron a la Revolución programada para el 20 de Noviembre de 1910, pero que las circunstancias los hicieron acreedores a las luchas iniciales, que posteriormente sangrarían al país.
Por cierto en unos cuántos días, es decir 2010, se estarán conmemorando el bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución, y las preguntas que saltan a la palestra, son de confesión de parte: ¿Qué, los panistas, festejan esos hechos cuando, junto con sus antecesores aplaudían las invasiones, traían a un pobre diablo como emperador, maldecían a Benito Juárez por haber separado a la iglesia del Estado, con el comentario de que sus funciones son diferentes y en estados diferentes, pues el Estado debe garantizar la educación laica, los servicios sociales y el bienestar del pueblo, mientras que la iglesia abarca los metafisiqueos, de los cuales hablaba Amado Nedrco, lo que significaría el órden espiritual o religioso.
Hoy como ayer la iglesia católica y romana busca volver al periodo del virreinato en donde era ama y señora de la educación, de las posesiones y del dinero, convirtiendo a sus creyentes en verdadera borregada, suscrita a sus decisiones.
Y quiere volver por esos caminos como lo demuestran las leyes sobre el aborto que 17 estados han promulgado para asestarles un golpe indignante a las mujeres, a las que convierten por esas leyes, en asesinas al abortar y por tal motivo a ser enjuiciadas, como criminales, como en los nefastos tiempos de la Inquisición.
Como el Distrito Federal es el único sitio de la república que practica el aborto, con todos los cuidados e higiene que merecen las mujeres, no solo para evitarles un embarazo no deseado, o salvarlas del peligro de sus vidas, por causa del mismo, o que el producto viene defectuoso, o por mil cosas más, ha sido objeto de francotiradores eclesiásticos, de hombres y mujeres ultras, de políticos corruptos que buscan la salvación de sus almas si consignan a sus amos religiosos, lo que ellos dictaminan e inclusive, fuera de toda moral y ley, para que la citada iglesia siga dominando y tenga más poder, poder que no le corresponde, pero que lo acepta por ser una institución política, cuyas decisiones provienen directamente del Vaticano.
Entre los elementos nocivos que Puebla cuenta ninguno, como Gustavo Díaz Ordaz, el genocida de 1968; el asesino de estudiantes, mujeres y niños; el presidente que involucró al Ejército, para acabar lo que para él y su pandilla, significaba la invasión del comunismo en el quehacer nacional.
Afortunadamente él se dijo culpable y así lo reconoció en su informe del siguiente año.
La masacre no ha sido reconocida en su totalidad. Hubo mucho más muertos de los que las cifras oficiales les colgaron al 68. Y aún persisten los miles de desaparecidos, muchos de los cuales ni siquiera nombre tenían.
En los años que corren está en la lista el verdugo de los trabajadores, poblano de nacimiento, y cuyo nombre representa la brutalidad y la represión del gobierno de Felipe Calderón Hinojosa, espurio y pelele, cuyo nombre es repudiado por las clases trabajadoras, desde los mineros hasta los del SME: JAVIER LOZANO ALARCON.
Lo que hizo con los trabajadores de Luz y Fuerza del Centro no tiene parangón en toda la historia del trabajo mexicano. Desde luego él cumplió al pie de la letra con las decisiones tomadas por el espurio, al decretar la extinción de esa empresa estatal, y dejar en la calle a 44 mil trabajadores en activo y 22 mil jubilados.
Quitarles el trabajo ha sido la metidota de la pata en asuntos laborales cuando el propio Calderón se presentó, en campaña, como presidente del empleo, y lo dijo así porque ya sabía que él iba a sentarse en la silla presidencial que, por cierto le quedó grande a un "enano y de lentes", como lo bautizó quien era presidente del PAN, en aquellos días aciagos para el país: Espino Barrientos.
Martín Esparza Flores, líder del sindicato de los electricistas, advirtió, hace menos de 24 horas, que el gremio va por la negociación y que el secretario de Trabajo "no va a decirnos los temas que se tratarán".
En otras palabras le dijo al "compadre", haste a un lado basura. Contigo nada. Y tampoco metas tu cuchara porque ya estamos hartos de tus flaquezas y de tu dicho al amo: Lo que usted diga, señor.
Lástima. Que pobres personalidades quedan sujetas a los caprichos de los señores grandes, sean secretarios o simples espurios. Que carácter tan pusilámine. Pudo haber probado la gloria de ser secretario de Trabajo justo y correcto, y acabó siendo trapo de coleador, porque sin duda alguna respira los mismos venenos que su patrón, el pelele y con esas miasmas, ¿podría haber un cambio en él?
Y como él hay tantos en el actual gobierno que, sólo un cambio completo de la plantilla, y de la filosofía monetaria que asumen quienes gobiernan, haciendo a un lado el neoliberalismo económico, se podrá salvar a la patria.
No queda de otra: el cambio o perecemos.
DON RENATO PURAFACHA
Martes 15 de Diciembre del 2209
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