miércoles, 17 de febrero de 2010

MUERTE Y DESOLACIÓN POR LOS ESQUEMAS POLÍTICOS IMPUESTOS

Allá por los cincuenta, del siglo pasado, me empecé a acercar a los ismos. Empezaba la juventud a rebelarse, que en una década más tarde, con la aparición de la Contracultura y el grupo de Liverpool, The Beatles, cuyo significado era escarabajo y golpear, la rebelión juvenil se tornó en las banderas de AMOR Y PAZ, y del movimiento sexual, más enjundioso de todos los tiempos: HAZ EL AMOR Y NO LA GUERRA.

San Francisco, en los Estados Unidos, era el centro de la desvastadora juventud mundial y del encuentro con los nuevos tiempos de la posguerra del 39 al 45. La filosofía de los beatniks y del hippismo se trasterraban a todas partes, y México, tan cercano de los gringos y tan lejano de los dioses del olimpo griego, sucumbía. Yo viví ese cambio y me gustó. Las banderas de los valores, que por siglos habían hecho su aparición en todas partes, sobre todo en Europa, destacándose Alemania, Francia, Italia, y otros países, sucumbían a su vez ante el azoro de los conservadores y de los religiosos, de las diferentes fés.

Negábamos los valores tradicionales como el de la familia, el matrimonio, el sexo; se hacían a un lado las banderas ideológicas y se bajaban de sus altares la religiones y el dios de los cristianos. Se pensaba con Nietzsche, sobre LA MUERTE DE DIOS y se avanzaba por un verdadero cambio cultural. Y la última guerra mundial nos había dejado cabisbajos, melancólicos, enfermos, y se preguntaban unos y otros: ¿Si nacemos para matarnos, qué mala onda?.

Hoy descubro en las series de televisión y cine norteamericanos el ensayo que están haciendo con los niños de todo el mundo, y que en México supera con creces, porque el gobierno federal no interviene, ya que esos espectáculos predisponen a la niñez, que el fin de toda existencia es matar y matar; y que las guerras son bienvenidas, y que no hay que tomar partido por el pacifismo sino por la violencia y la revuelta. Están preparando a las nuevas hornadas para guerrear, y que se ve en forma infraganti en los Estados Unidos, en donde se protege la venta de armas a cualquier público, inclusive a adolescentes, paras que den ejemplo de como hacerlo.

Han pasado los años y sigo pensando que esa rebelión juvenil, que buscaba la paz y el amor, más que la violencia y la muerte, unida a los ismos que supervivieron, nos indican de que no fue superfluo ni fuera de tono, esa filosofía que campeó por más de diez años, y que como jipitecas, que así nos llamaban los conservadores y los ultras de aquella época, se siguen agitando de vez en vez y de cuando en cuando, como ahora.

Y como por algunos años, los periódicos en donde trabajé como reportero, me enviaban a cubrir exposiciones de pintura y de fotografía, y algunas de esculturas, porque según los jefes de información, tenía inclinación, hoy, que revivo aquellos días, me acordé de Dadá, el dadaísmo y el arte conceptual de aquellos años, y de aquel movimiento que se integró con Marcel Janco, Jean Arp y Tristan Tzara, y más tarde Marcel Duchamp y Francis Picabia, que se les unieron.

Al principio no tuvo mucha importancia ese movimiento que pretendía darle valor a lo superfluo, recordando que el dadaísmo representó una actitud constante de burla al sistema del arte tradicional, fundamentalmente a la estética e incluyendo a la burguesía, siempre dada a adquirir ese arte condicionado y acomodaticio, por leyes y normas conservadoras.

El objetivo principal era romper definitivamente con los viejos esquemas, los cuales no sólo habían traído desolación y muerte, como lo probaba la primera guerra mundial, que asoló al mundo de 1914 al 18, sino porque imperaba una nueva concepción filosófica que en el movimiento dadaísta era librarse de todos los errores que habían conducido al mundo al desastre.

La guerra concretó el derrumbamiento de los valores establecidos, con la repercusión en el arte que, saturado de repetir ejemplos del pasado, los dadaístas y más tarde los conceptualistas se propusieron superarlos. Surgió, entonces, la idea de que imitando no se puede superar lo imitado y entonces el arte se fue a buscar la creación, fuera del arte, y que devino en la negación y la mofa del arte mismo.

Lo demás es una historia relevante que se encuentran en las enciclopedias y los libros porque se llegó a decir: ¡El arte ha muerto! y las acusaciones en contra de ese movimiento eran deliberadamente producto de la incapacidad humana para entenderlos y entender su arte. Les llamaban cínicos, amargados y anarquistas, como a nosotros cuando andamos en la Contracultura.

En mi apreciación, no sólo como artista, sino como político y con una filosofía que ha dejado de ser idealista y metafísica, para columbrarse en el materialismo y en la naturaleza, pienso que el arte tradicional ya no interesa tanto, y que a nosotros los mexicanos tampoco deben interesarnos los políticos, incluyendo al presidente espurio, porque hay millones de personas, que junto conmigo, hemos manifestado nuestra predisposición insobornable hacia esa actitud, de que son los mismos en México, desde los tiempos de la Independencia. De que ellos, los políticos,nos han vuelto rebeldes por sus actitudes a mansalva, que contrarían al espíritu humano, en sus sentimientos, en su política y su sociabilidad.

Que se ha vuelto común darle la espalda al presidente pelele de México, eso no es nuevo, y que se desestiman las hipócritas palabras de los funcionarios, tampoco. Hemos experimentado, con estos nueve años de panismo, que los jóvenes, y también los viejos, ¿por qué no? debemos construir un nuevo lenguaje, para darle cobertura a una nueva patria, que no tenga interpretaciones nefastas de priístas y panistas, sino del pueblo mismo que busca su bienestar. Estamos hartos de las interpretaciones sesgadas de los iniciativos y directores de empresas y de sus cámaras que, con sus palabras y sus hechos no escatiman deseos de seguirse burlando del trabajador, que es su esclavo. Ellos no nos deleitan como tampoco los tramposos líderes de las cámaras de senadores o diputados, sobre todo los priístas, que llevan a cabo convenios en donde todos los mexicanos salimos raspados.

Si los dadaístas pensaban en lo superfluo nosotros debemos mandarlos al bote de la basura. ¡Cuánto mal le han echo a México no sólo por sus irresponsabilidades sino por las ambiciones de poder y de dinero!. Lo tradicional, como en el arte, ya no nos funciona y menos a sus representantes, muchos de ellos sin ideologías ni filosofías modernas, que miren por los demás y no por sí mismos y sus familias. Siguen sucumbiendo por el error pero no dejan de hacerse ricos. Y sobre todo, los esquemas, ya viejos de tanto ser usados por los priístas y ahora por los panistas, que como en el arte "han traído desolación y muerte"

Cierro esta página de gratos y numerosos recuerdos con una anécdota: una vez me llegó un libro de Omar Gasca titulado ARTE COMO...en donde diferentes escritores habían investigado las coberturas y los cambios en el arte habidos en el siglo XX, que lo leí y lo guardé, como sucede con muchos libros que al paso del tiempo se vuelven a hojear. Dos artículos hablan del arte conceptual, el primero, escrito por la española Ana María Vidal, y el segundo, una entrevista de Gasca a Félix Beltrán, cubano residente en México.

Entresaco sólo una breve oración: Al dadaísmo se le debe el inicio de la ruptura con la tradición, eminentemente histórica del arte. Si en el pasado hubo líderes de gran raigambre, a los que sumamos nuestros esfuerzos, hoy podemos ser testigos de que un hombre, de origen tabasqueño, exjefe del Gobierno del D.F., y luchador social de incansable fortaleza, y que nos vuelve a convocar para romper definitivamente con la tradición política, implantada por el PRI y el PAN y los partidos paleros, y que nos mantienen al borde del abismo, no despreciemos esa voz y unámonos a ella, para hacer de México el país que demandamos desde hace mucho tiempo, para todos, padres, hijos, abuelos, nietos, bisnietos y tataranietos.

La voz te llama: ¿puedes dejar de escucharla pero no olvides que estamos a un paso de la ruptura con el estamento tradicional de la política mexicana?.

¡Óyela! Si te interesa, ve con ella. Es la voz de Andrés Manuel López Obrador.

Su amigo
DON RENATO PURAFACHA
Miércoles 17 de Febrero del 2010

1 comentario:

  1. Don Renato,

    Soy Carlos López Carmen... aprendiz de todo y no me importa si es que no soy maestro de nada, hace un tiempo ,me invitó Gerardo Oviedo (su vástago) a leer algunas algunas de mis letras en la casa del escritor, fue una experiencia maravillosa, sin embargo lo más destacado fueron sus palabras finales. Si acepta lo invito a colaborar en otro blog con sus excelsos escritos... www.columnarebedel.blogspot.com seríamos muy felices de contar con sus magistrales notas y comentarios

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