Quisimos aprender la despedida
y rompimos la alianza
que juntaba al amigo con la amiga.
Y alzamos la distancia
entre las amistades divididas.
Para aprender a irnos, caminamos.
Fuimos dejando atrás las colinas, los valles,
los verdeantes prados.
Miramos su hermosura
pero no nos quedamos.
Llevamos nuestros pies
donde la soledad tiene su casa
y allí nos detuvimos para siempre.
En silencio aguardamos
hasta aprender la muerte.
ROSARIO CASTELLANOS, mexicana.
Qué contraste entre Evo Morales Ayma y Felipe Calderón Hinojosa. Qué diferentes presidentes en cuanto a la forma de gobernar. Y sobre todo, la ideología con sentido social y humanístico del presidente de Bolivia. México nunca ha tenido un presidente de este corte. Quizás pueda asemejársele Lázaro Cárdenas del Río. A partir de Manuel Avila Camacho hasta los actuales, ninguno de esa clase. Y entre los priístas hubo peores, entre los que destaca Gustavo Díaz Ordaz, y los dos ejemplos naturales de los últimos 9 años, Fox y Calderón, ambos panistas
Un sólo ejemplo para calibrar la personalidad de Evo. Antes las muchas invitaciones giradas a él por el movimiento indígena mexicano, dio su respuesta en el mítin de Coyoacán: No pude venir entonces porque tenía un recargada tarea, trabajo y mi defensa como presidente.
En el jardín Hidalgo, corazón de Coyoacán, dijo otra gran verdad, que ningún presidente mexicano se ha atrevido a insinuar, siquiera: Es posible la liberación de la América Latina del control de los Estados Unidos, pero puso una condición: Siempre que haya unidad y organización.
Sacudirse de la hegemonía de Washington fue la primera frase fuerte y enseguida columbró: Hay que tener paciencia y aguantar a la derecha. Seguramente el sentimiento de los pueblos de Latinoamérica es una liberación. La unidad dentro de los movimientos sociales y los partidos de izquierda es necesaria para esa liberación. Esta es la experiencia que puedo aportar.
Y en el remate puso a México como el país que pasará a la historia, si en Cancún, "se decide que Latinoamérica necesita una nueva OEA, sin Estados Unidos. ¡Qué mejor que en esta tierra de Benito Juárez y de Emiliano Zapata". Morales Ayma subrayó que no ve un cambio inmediato en ese mecanismo internacional (OEA) pero "debemos ver hasta dónde podemos avanzar sin el imperio. Mi experiencia es ésta: mejor sin el imperio; sin controles, chantajes, tutela e intentos de golpes de Estado. Al embajador de ese país lo expulsamos. Paz y tranquilidad".
Estableció también, ya en conferencia de prensa, que Washington ha modificado sus estrategias de intervencionismo en el continente: La conspiración es de otra forma: dividir a los movimientos sociales, enfrentar a los regímenes, el retorno de las bases militares en Perú, Colombia, Panamá. "Pero nosotros no podemos defendernos con guerras, sino con la conciencia de nuestros pueblos".
Citó los avances de la izquierda y de los movimientos sociales en el sur de las Américas: El eje del mal sigue creciendo. Antes era sólo contra Cuba, y luego Venezuela, Brasil, Bolivia y Honduras.
En un arranque no lírico sino de conciencia social en los pueblos del sur, que se han preparado para otro orden, sostuvo que la lucha no ha sido en vano y luego habló de Hugo Chávez, y predispuso a los mexicanos que, por miles, se reunieron a su alrededor: Qué bonita es la cooperación entre algunos presidentes de Latinoamérica, pero acuérdense de lo que les digo: el capitalismo no es ninguna solución para la humanidad. Pronto veremos en Latinoamérica el socialismo comunitario; estoy convencido de eso.
En una entrevista concedida a LA JORNADA la síntesis de sus palabras serían éstas: El pueblo es más importante que las oligarquías. Este fue su pensamiento: Por primera vez hay un grupo de compatriotas que trabajan para el pueblo y no para su familia o su grupo...Es la primera vez que en Bolivia su presidente y su equipo dan más importancia a los pueblos que a las oligarquías.
En esa misma entrevista habló del frente de batalla permanente en contra de los medios de comunicación en donde es enjuiciado su gobierno y denostado. Expresó: La prensa boliviana dominante, ligada a los grandes intereses económicos, no duda en llamarme "macaco"o en acusarme de narcotraficante.
La pro empresarial Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) aseguraba y en forma permanente que en Bolivia no hay libertad de prensa. Evo, entonces, invitó a los dirigentes de la SIP a que lo visitaran en su oficina presidencial. Esto es lo que cuenta:
-Los miembros de la SIP decían "se viola la libertad de prensa en Bolivia". Yo pedía que prepararan los documentos, porque nos acusaban de todo y de nada. Aceptaron y vinieron. Esperaban una charla. Pero convoqué a toda la prensa de Bolivia y del mundo para demostrar la verdad: con videos y publicaciones.
-Había (en la prensa) expresiones como "hay que matar a ese indio", "nos trataban de macacos". Se sorprendieron los miembros de la SIP que fueron derrotados, y reconocieron públicamente que sí hay libertad de prensa, pero no reconocieron que me ofenden permanentemente. Si a un presidente lo ofenden, cómo ofenderán al pueblo. ¿Te imaginas?.
La presencia de Rosario Ibarra de Piedra, la senadora, y una gran luchadora social y entregada al rescate de los jóvenes que desaparecieron en la guerra sucia, propiciada por los presidentes Díaz Ordaz, Echeverría Alvarez y López Portillo, dijo por su parte en el ceremonial de bienvenida:
-Vivimos en una América a la que el poeta, Rubén Darío, llamó la América fragante de Cristobal Colón. Era bella, hermosa, pero hoy huele a sangre, a crímenes, a corrupción y sobre todo hay muertos, fraudes y engaños.
Y agregó: Somos millones de bolivianos, de argentinos, de mexicanos que podemos hacer un sólo país del continente...Somos muchos y los poderosos, los usurpadores, unos cuantos. Así, con el dedo, sin hacerles daño, los podemos hacer a un lado.
Finalmente Elisa Segundo Mondragón, india mazahua, expresó: La lucha de él (Evo Morales Ayma) es nuestra, porque también lucha como nosotros. Él sigue. Es el único hombre reconocible de toda América, porque nos escucha. Nosotros queremos una vivienda digna, educación, salud, porque somos humanos y merecemos también esos derechos. Derechos a que nos escuchen y a que nos hagan justicia en todo.
DON RENATO PURAFACHA
LUNES 22 de Febrero del 2010
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