jueves, 28 de enero de 2010

LA CORRUPCIÓN NO SOMOS TODOS, DIGO...

-XXVI-

NUNCA

Sólo el que mata es la categoría
que dejo fuera de mi sentimiento
No llevemos la Patria a la agonía

condenada a la sangre y al lamento.

Y contra eso está mi poesía
que va por todas partes, como el viento.

PABLO NERUDA
Isla Negra, Enero de 1973

Una pregunta para empezar:
¿Cuáles son las causas de tanto destrampe panista que a llevado al país a mayor pobreza? Hoy se enumeran más pobres, y sólo lleva tres años y fracción en el poder. Fox Quesada dejó también a sus pobres, pero se contó estadísticamente, al finalizar su sexenio, que ahora se le conoce como "sexenio perdido".

Sólo hay una que ha permeado todo programa del pelele: la corrupción que hoy se debate y que, si en tiempos de los priístas se dijo que la corrupción éramos todos", aunque no fuera cierto, hoy se podría decir lo mismo,porque los panistas aprendieron las mañas de los priístas y las superaron. Hoy el PAN y sus gobiernos son más corruptos. Corrupción en todo el sentido de la palabra y que se vincula, para empezar, con el gran fraude cometido por Fox, para que saliera triunfante el ahora espurio Calderón Hinojosa.

Desde luego que la corrupción está etiquetada con el gobierno federal y sus adláteres, los gobiernos panistas de la república, incluyendo a muchos gobernadores priístas, que son tan malos que urden, cualquier cosa, con tal de llevarse una buena lana. O empezar a hacer sus guardaditos para la contienda presidencial, que se lleva un titipuchal de pesos, y que está a un paso.

A estas alturas del sexenio la corrupción ha llegado a un límite impresionante, que cosecha cabezas para sus proyectos, y su fuerza, con el empuje de la ideología del PAN, que ha trastornado a hombres y mujeres que siendo funcionarios, no toman en cuenta ni la moral ni la ética, para el buen desempeño de sus labores "como hombres y mujeres de bien, responsables y justos".

En otras palabras no hay uno sólo de los funcionarios panistas que sea legal y lleve a cabo lo que las normas, le ética y la moral, le instituyen para que gobierne para todos, No nada más para su bolsillo, o el bolsillo del de más arriba. Hacerse ricos a costillas del pueblo mexicano es una verdadera tragedia. Pero, ¿lo han entendido los señores panistas?.

Para encontrar alguna de las respuestas a tan grave anomalía de los humanos perversos tuve que buscar en mi pequeña biblioteca y volver a leer el libro de W. M. Reisman ¿REMEDIOS CONTRA LA CORRUPCIÓN?, editado por el FCE (Medio Siglo 1931-1981), en donde, se hace la misma pregunta que nosotros ya teníamos en la lengua.

La corrupción no es un fenómeno exclusivamente local, es decir de México, sino que está extendida por todo el planeta llamado Tierra, y que tanto para el autor, como para otros escritores que investigan los procesos, ya forma parte de la vida cotidiana de cada país como "un elemento estructural".

Desde el famoso "unto" mexicano, en los tiempos de la Colonia hasta el presente, se han considerado como delitos de los funcionarios, que a la vez son sobornados, como canje de los servicios que deben ser gratuitos, en todas las dependencias que tienen trato directo con el público, por medio de las "oficinas abiertas y con horarios fijos". No importa que sean federales o estatales y que el mejor ejemplo que tenemos, hasta ahora, son los patrulleros de tránsito, sean de moto o de auto, que sobornan a los choferes públicos o privados, para llevarse mucho dinero.

Dinero que ni siquiera tiene recibo. Y de quienes reciben más son los del transporte, combis o autobuses. De allí sacan hasta para el desayuno, la comida o la cena. El resto pasa a los cabecillas que, como el famoso Negro Durazo, erigió hasta su Partenón por tanto dinero que recibió durante el sexenio de JoséLópez Portillo, un presidente fársico como no ha habido otro.

Escribe Reisman que la mayoría de las personas aprenden desde temprana edad de que "hay pecadillos", que pueden quedar impunes.También afirma que "las malas acciones" sociales, son selectivamente permitidas.

Es decir: vamos a robar a fin de que se nos puede perdonar el robo.

En un sistema como el mexicano donde se expresan claramente todas las reglas y "prohibiciones"hay un código práctico que les dice a los "operadores" cuándo y cómo y con quién, "pueden hacerse ciertas cosas malas, a favor de un empresario o de un político corrupto, o de oficiales de la policía, o de hombres de negocios, o de un agente de tránsito", para que a la larga sólo se le destituya para que no pise la cárcel y cuando el malestar es millonario, como se hizo en tiempos del PRI y ahora con el PAN, desde tiempos de Fox, "callan la conciencias del malestar", pero sale indemne de sus fechorías, porque así lo quieren las autoridades y la PGR.

El caso del exgobernador Montiel es reciente, en tiempos del PAN, y no pasó a mayores, ni fue encarcelado, y su peón de banderillas, Enrique Peña Nieto, trató de cubrirlo lo más que pudo, pero sus fechorías siguen vigentes. ¿Se hará justicia alguna vez? Y sobre todo, que Peña Nieto aspira a ser el candidato del PRI a la presidencia de la república para el 2012, ¿con esa clase de moral y de ética se podría votar por él.

También hay una frase proverbial entre los políticos y funcionarios: Todo mundo lo hace. Desde luego replicamos: No todo el mundo es ladrón. Suspicacia honoraria: Sólo los funcionarios, desde el más alto hasta el insignificante, y los políticos, incluidos los diputados y senadores, y demás hordas de corrupción salvaje que se cobijan en todos los partidos de México.

Eso significa que estos señores de gabardina cantinflesca desdeñan la ética y la moral y se transforman en inmorales a través de sus métodos y códigos que aparentan ser legales. Y que como se desbanca al país, se hunde, y se empobrece, es lógico pensar que lo están saqueando, porque el político panista o priísta, le "importa madre la Patria".

Joseph Bensman e Israel Gerver escribieron un ensayo que titularon CRIMEN Y CASTIGO EN UNA FÁBRICA, en donde asientan que "la función de la desviación del dinero es para mantener el sistema social". Generalmente quienes piensan así y lo perpetran, son "los miembros de los círculos sociales más altos".

Reisman afirma que el "soborno es un hecho de ofrecer y aceptar una recompensa para eludir un deber, en donde se manifiesta no sólo la violación a la ley, sino también la corrupción consciente y premeditada de los encargados de la aplicación de la misma". Se refiere tanto a jueces como a ministerios públicos porque enfatiza que "un delito del soborno, según el derecho, esta restringido a la corrupción de los funcionarios públicos".

En idénticas circunstancias se ventila el soborno comercial que se convirtió en una costumbre de los vendedores, el de pagar cierta cantidad de dinero, o de hacer regalos a los empleados o agentes, para que éstos convencieran a sus patrones de comprar sus productos. Esto, que se hacía secretamente, se convirtió a la larga en costumbres comerciales injustas, llegando al grado que hoy, se otorga un mínimo del diez por ciento al patrón o gobierno, para que sea cobrado oportunamente.

Hoy se ve, como en película que se repite y se repite, en la adquisición de los productos que se usan en toda oficina gubernamental, y que lleva el porcentaje correspondiente para el que encabeza la citada dependencia. Estos son sólo rumores pero cuando erío suena es porque lleva agua. O no es así mis amigas y amigos del alma.

Hubo una época, en los Estados Unidos y posteriormente en México, que las cantinas, las tabernas, los bares, los centros de apuesta y de billares, evadieron las leyes por medio del soborno. Hoy es pan comido en todos los estados de la república. Esta situación debilita la fibra moral de la poblasciópn, porque es una accción destructiva.

Un caso más. La adquisición de barcos por el gobierno mexicano se hizo a través de unas agencias que, en primer término, permutaban más caro que los ofrecidos por compañías establecidas. Aún así, los compraron y se dieron cuenta de que eran barcos viejos y que habían pagado un precio exhorbitante. ¡Qué sucedió? Después del escándalo todo volvió a la normalidad, y la pregunta que pesa sobre las mentes de muchos mexicanos, hasta el día de hoy: ¿Quién de los funcionarios salió beneficiado? Porque PEMEX de ninguna manera. ¿Quién se llevó toda esa lana del mundo?.

El caso más triste del soborno es el de la prostitución, en donde las mujeres que se dedican a ese servicio, han mantenido a policías, padrotes, dueños de hoteles y casa habilitadas como burdeles, no sólo en el D.F., sino en todos los estados del país. Ellas, las ahora sexoservidoras, no sólo han pagado el techo donde viven con sus padres o familiares, sino que aporta para la comida y luego, como pilón, todas las extras que van a parar a esa runfla de vampiros codiciosos y sangrientos.

¿Qué se podría hacer? Legislar a favor de ellas; no hay otra solución y plantear zonas adecuadas para su trabajo. Porque finalmente, ¿quién o quiénes podrán acabar con el oficio más antiguo del mundo? Y, además, porque es una necesidad humana, para evitar violaciones de personas inocentes como son las chiquillas quinceañeras y refundir al caño del desagüe la pervesa e ignominiosa "trata de blancas".

DON RENATO PURAFACHA
Jueves 28 de Enero del 2010

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