sábado, 23 de enero de 2010

LA MUERTE ES LO ÚNICO CIERTO

Dos personas de mi barrio, a quienes saludaba y a veces platicábamos sobre la existencia y sus leyes que las rigen, han muerto. Ambos de edad avanzada, entre los ochenta y noventa años. Y en cada hogar quedaron las viudas, ya ancianas, que seguramente lamentan la desaparición de sus respectivos maridos. ¿Cuánto les queda de vida? ¿Quién lo sabe?. Pero siempre se habla del tiempo breve que se va como el viento.

Por otro lado está la ley de la costumbre. Uno se acostumbra a una pareja, convive con ella en los tiempos buenos y malos, y si al principio hay pasiones que sucumben con el sexo, con el tiempo ese amor se va transformando en algo, que los griegos llamaban filei, que tampoco recuerdo si así se escribe, pero la pronunciación es correcta, que determina que la erupción sexual ha concluido y empieza esa relación de pareja, que cada quien puede dormir en su cama, sin que por ello, se pierdan los lazos. Algo así como de hermanos, pero sin llegar al sexo.

Los psicólogos modernos lo han llamado costumbre que, connota, el vivir juntos, sólo por los años de convivencia. Se acostumbra nuestra propia naturaleza a convivir y se llega al extremo de hacerlo por largos años, 30, 40, 60 o más, hasta que la muerte los separa.

Pero la muerte de esos dos vecinos me dio motivo para reflexionar un poco sobre los marcos de la existencia en México. El más pobre, de los dos, fue operado en el Seguro Social y terminó sin piernas. Y murió precisamente en una de las clínicas de esa institución, que fue famosa en el mundo, por su gran labor médica y social. Hoy, como lo han demostrado muchos casos, es insolvente, no cuenta con un stock correcto de medicinas, no les preocupa el ser humano, como en el caso del vecino que, primero le cortaron una pierna y luego la otra. Y según me confesó, una vez que platicamos, porque un médico le explicó que era menos doloroso y más fácil. Además, que las curaciones serían diarias y constaban una buena lana,por lo que el seguro prefería hacerlo más cómodo, porque tampoco contaban con enfermeras capacitadas ni con las medicinas para las curaciones. Desde luego, para mí es una gran mentira, pero allá ellos.

Quedé perplejo y me hice la pregunta: ¿Pues dónde ha quedado todo el dinero que, en los diferentes sexenios han entrado a las arcas de ese instituto? Y, desde luego, la respuesta era la misma que se han hecho miles y miles de derechohabientes: ¿Quiénes se la robaron? porque el país se ha convertido en una gran ratonera: hay ratas de todos los tamaños y unas roban más que otras, por eso el instituto ya no funciona con toda su capacidad, ni puede servir a la comunidad que, junto con los patrones y el gobierno mismo, pagan por sus servicios. Porque nada es gratis. Y la salud es incómoda para las instituciones como para el gobierno federal.

Y, para amolarla, hoy en día hay más enfermos porque la prevención no existe, no se da; ni se controla ni se informa. Y los resultados saltan a la vista: el mexicano cada día es más gordo, sea hombre o mujer, y esa gordura, por la alimentación de baja calidad que consume, sobre todo la que las transnacionales han introducido al país, provoca enfermedades como la hipertensión y la diabetes mellitus, que son mortales ambas.

Cuando era adolescente y luego joven nunca oí hablar de esas enfermedades. Hoy es el pan cotidiano. Y mañana será peor mientras sigamos consumiendo la comida que los gringos nos envían con sus cocas o pepsis, estas últimas verdaderas enemigas de la salud.

De que sirve que se lea en el periódico que ahora sí se va a impedir que sigan vendiendo la comida basura en las escuelas. Vayan a la escuela que vayan, sean primarias o secundarias, los niños y niñas llevan sendas bolsas de chatarra y sus refrescos de cola. Y si vive uno en el barrio, no habrá día en que se vea a hombres y mujeres cargando sus botellones de veneno cocacolero.

Eso ni es prevención ni es nada Y el gobierno, como siempre, responde que no hay que tocar a esas empresas, que muchas veces tienen en sus estanterías, comida que ha sido desechada en los Estados Unidos. ¡Mala onda estar cerca del país vecino!

Y lo peor que, unos cuantos años atrás, éramos autosuficientes en alimentos, y hasta nos sobraban para rematarlos en el extranjero. Un ejemplo nada más: ¿Cuánta azucar vendíamos, especialmente a los Estados Unidos, después de cada zafra? Hoy importamos fructuosa que es dañina para el organismo. Y el pelele de presidente que tenemos dice que vamos bien y que este años será el despegue, porque tenemos por delante las fiestas patrias centenarias y bicentenarias.

¿Y qué vamos a festejar? Si al espurio presidente no le interesa nada que huela a Revolución o independencia, porque a los panistas, de donde procede FCH, sólo les ha gustado la entronización de dictadores y fascistas, como es el caso de Vicente Fox Quesada, que hasta los desfiles del 20 de Noviembre desaparecieron bajo su régimen. Entonces, ¿qué vamos a festejar?.

El otro vecino que murió una semana antes fue por causa del cigarrillo. Dos décadas atrás le explicó el médico que el cigarro provocaba cáncer, si fumaba mucho. Siguió fumando y acabó con su vida, a los 84 años. El me decía que se sentía joven y hacía tantas cosas, inclusive pesadas y con el uso de su fuerza, que realmente sí parecía joven.

En la ciudad de México, desde el año pasado se legisló, para que los espacios cerrados, estuvieran libres de humo. Así que cafeterías, restaurantes, y otros sitios, tuvieron que colocar las casrtulinas en donde se especificaba: Apague su cigarrillo si va a entrar., Este es un sitio libre de humo. Y a regañadientes, el futuro comensal o cafetómano, lo hacía. Hoy es ya común entrar a esos sitios y verlos libres de contaminación, y se siente uno diferente.

Con Viruta, el famoso compañero de Capulina, que hicieron una gran cantidad de filmes de pastelazo, nos juntaba diariamente en el cafetín que estaba a un lado del ANDA, el sindicato de actores, en donde charlábamos de muchas cosas o se hacía el monólogo del famoso artista, quien hablaba de sus futuros planes, y de lo que escribía o estaba escribiendo para publicarse.

-Son tus memorias, le pregunté algunas vez. Y él respondió que no lo eran pero que podían serlo. Nunca supe si se publicaron en vida del artista, pero eso sí, los cuatro o cinco amigos de Viruta, fumábamos como chacuacos. Él no lo hacía, pero tenía otras aficiones más duraderas como el amor, en su camioneta llamada La Nave del Olvido.

UNA VENTANA DE MIEDO:
Confirman recorte al presupuesto de 2010 para educación superior
-La disminución de recursos afectará a instituciones y programas extraordinarios del sector.
LA NOTA: Autoridades federales recortaron el presupuesto del 2010 para educación superior aprobado en Noviembre por la Cámara de Diputados, medida que afectará sobre todo a universidades públicas y a programas extraordinarios para el sector a cargo del gobierno, que en conjunto suman una pérdida de 757.2 millones de pesos...

Cree usted que con estos hechos podrá México avanzar en su desarrollo científico y tecnológico, cuando, si quisiera alentar el progreso, el recorte debería hacerlo entre su pandilla, llamada gabinetazo, en donde el ahorro daría más recursos para las educación y la investigación, que tanta falta le hacen a México.

Pero, para este señor, que es el mandamás espurio del país, le importa un bledo; no tiene conciencia ciudadana y menos, la fuerza y el vigor, para sacar de la crisis severa que a partir de este Enero, será más cruel y degenerará en hambrunas sin cuento, así como las de Haití. Esos son los pronósticos.

DON RENATO PURAFACHA
Sábado 23 de Enero del 2010


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