sábado, 16 de enero de 2010

UNA NUEVA CANCIÓN SE NECESITA

-XVII-

A VERSO LIMPIO

Horademos a Nixon, el furioso,
a verso limpio y corazón certero.

Así pues, decidí que falleciera
Nixon, con un disparo justiciero:
puse tercetos en mi cartuchera.

Y por los tribunales venideros,
abriendo puertas, cruzando fronteras,
recluté hombres callados y severos,

caídos en sangrientas primaveras.

PABLO NERUDA
Isla Negra, Enero de 1973

Hoy necesitamos una nueva canción, un nuevo ritmo y una buena letra que diga lo que el mexicano siente, y que no baile al son que quieren sus adversarios, y que su ritmo tenga todo el sentimiento del latino, porque lo somos, para emparentarnos con los países que han dicho no, a las transnacionales, a los Estados Unidos, y a los bancos mundiales que nos prestan, como dicen los argentinos, toda la PLATA DEL MUNDO PARA ENDEUDARNOS TODA LA VIDA.

Una canción que tenga los ribetes de un Pablo Neruda que, con sus versos, dio muerte justiciera a todos los enemigos de su Patria, de dentro y de fuera, para que siguiera siendo un pueblo que canta y que baila con el son que dispuso su pueblo, el chileno. Richard Nixon fue matado "con un disparo justiciero" que tenía "tercetos en su cartuchera". ¡Padrísimo simil!.

Y los mexicanos queremos lo mismo con una canción que hable de las injusticias que se cometen diariamente en contra de los pobres y en contra de una iglesia, la católica y romana que, lo primero que llevó a cabo, hará unos veinte años, fue condenar a la teología de la liberación, que velaba por los pobres. Y a los sacerdotes que la practicaban los puso en cuarentena, pero otros más rebeldes, se salieron de su sacerdocio, para iniciar una vida totalmente ajena a los dogmas y los artículos de fe, que ha pregonado en dos mil años, la iglesia referida pero atrasada.

Que todos los mexicanos nos convirtamos en músicos para componerla, con letra nueva y ritmo de nuestra latinidad, para cantarla con el viento en el campo, y con los aires populares en las ciudades que nos albergan. Que sea un canto sonoro y rugiente en donde se ventilen las miserias a que nos han llevado los panistas y los priístas, en esta etapa del neoliberalismo.

Canción que diga NO a todo lo perverso de los gobernantes y en cambio, por ventura la unidad que se pluraliza, cuando se alcanzan principios y metas para todos, y razones que nos platican nuestros hijos, nietos, bisnietos, parentela cercana y lejana, y que nos permitan vivir sin hambre, con trabajo y sueldos justos y educación continua, de toda la vida y tiempo de ocio, para seguir cultivándonos. Sin televisoras que nos desinformen y nos den basura en sus telenovelas y programas. Y una radio, que se habilite como complemento de la educación, como ahora se logra con internet.

¿Y por qué una nueva canción? En parte porque yo soy músico y sigo tocando, no el piano como antes, sino los teclados que, son más fáciles de cargar, y aunque no soy compositor, sino un músico de tercera, en toda mi vida he tocado canciones y rolas de todos los compositores mexicanos y extranjeros, y quizás por eso, vino ese destello compulsivo: Componer una canción que hable del México nuevo, no del profundo ni del bárbaro. De un nuevo sol que nos caliente y nos cobije en su temperatura, y que desaparezcan la frialdad de las penas y de las angustias. Que el dolor sea por enfermedad, pero evitarlas hasta donde se pueda, para que NO sirvan como exponentes de nuestros sufrimientos. Dolor y sufrimiento, ¡qué papelazo tan indigno por culpa de quienes gobiernan mal al país!.

Una canción en donde entre en contacto toda la poesía del mexicano y contemple un ritmo que desbanque a todos los ritmos, o que los use todos, para ver cuál será el de su medida. Una canción que me haga sentir nuevamente un mexicano de primera y que los políticos ocupen nuestros lugares, de segunda o de tercera, o se vayan al infierno de ese dios tan temido por ellos.

Cierro este paréntesis musical invitando a todos los compositores mexicanos que quieran echar sus versos con ritmo, y melodía inigualable, usando el do, re, mí, fa y sol, para convertirnos en los rebeldes del presente y para que, teniendo esa canción nueva, la cantemos en todos los sitios donde haya mítines, reuniones políticas, acompañando a AMLO, sirviendo a la patria como debe ser.

DON RENATO PURAFACHA
Sábado 16 de Enero del 2010

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