domingo, 17 de enero de 2010

POBRE DE MÉXICO: TAN LEJOS DE LOS DIOSES Y TAN CERCA DEL PRI Y DEL PAN

Me levanté tarde hoy. Es el mediodía del domingo, y parece ser una hora matutina por el frío que hace, y por el viento, que flagela los cuerpos de niños y ancianos que veo pasar. Camino hacia la cocina para calentar un poco de agua y servirme un café, lo más caliente, a ver si así reacciono. Parece que la casa se ha congelado y a pesar de tener puesta la bufanda y una chamarra, me siento helado. Y aunque pasan los minutos el frío sigue calando mis huesos. No hay remedio, soy un anciano.

Pienso sin embargo que otros habitantes del mundo la están pasando mal, sobre todo en los países que nieva, y que el frío sobreabunda y congela, que no deja respirar y cuyas instrucciones dadas por la policía, son sombrías: No salga de su casa.

Me he acabado el café y voy por otra tasa. Me siento frente a la computadora y la enciendo. Por lo menos veré las noticias y me entretendré un rato. No hay internet, ¿qué habrá pasado? Será el frío que también congela la información y no desea que se converse con los amigos o amigas, para saber como están, por lo menos.

Desde que el mundo anda revuelto y la naturaleza demanda el ritual de sacrificio, me siento un tanto escéptico respecto a las decisiones que se pueden tomar, como nos sucedió en el 85, donde el terremoto destruyó una gran parte de mi ciudad. El ánimo por la vida logró que muchos miles de hombres, mujeres y niños, formaran cuadrillas de rescate, y así se salvaron a incontables personas.

Ya han pasado varios días de lo de Haití. Se ha ordenado la suspensión de la búsqueda y rescate de sobrevivientes, mientras la ONU declara que ha sido el peor desastre. Y hay que creerle, porque es un organismo constituido por las naciones del mundo, para velar por los intereses de todos. A veces no se cumple con esa norma porque hay un país que impone el veto, los Estados Unidos, cada vez que se discute algo referente a ese país, y por ese motivo, se siguen otras acciones, que desmerecen la soberanía de ese organismo internacional.

Aterra saber que los haitianos buscan el alimento entre las ruinas y cadáveres putrefactos, y que el envío de víveres por aire desataría motines, según lo advirtieron militares de los Estados Unidos.

¡Que tristeza que a un país tan pobre como es Haití, la naturaleza le haya pegado tan feo!. Pero no hay que disculpar los grandes errores de los gobernantes y de la intervención de los Estados Unidos que, hicieron de esta nación un pedazo de miseria a la luz de la luna, casi en lo oscuro, de esas elucubraciones malditas que les debe pesar en la conciencia, por la última tragedia que ha azotado al país

Retorno con otra tasa de café que me saca el frío de mi cuerpo y me siento un poco mejor. Me animo y tomo entre mis dedos LA JORNADA, para entender el desastre natural que se asienta sobre la infamia de la historia, como lo suscribe Guillermo Fernández Ampié. ¿Por dónde empezar si hay tantos rasgos valiosos para ventilarla?. Un par de tragos del café y manos a la obra:

-Como podemos ver-escribe Fernández Ampié-una de las principales claves para entender la tragedia haitiana está en lo que menciona, casi sin querer, el periódico español (El País): el protectorado que de hecho ejerce la Casa Blanca sobre Haití desde 1915. Si alguna maldición ha caído sobre el pueblo haitiano es precisamente la del intervencionismo de Estados Unidos; una maldición que al parecer continúa hasta el día de hoy, cuando todo indica que el gobierno de Estados Unidos toma la nueva tragedia como un pretexto para ocupar militarmente, una vez más, a tan desdichada nación.

Y antes ha recalcado lo siguiente:
-Un tercer elemento es el de la invasión militar estadunidense que engendró la dictadura de Francois Duvalier, Papá Doc, y de su hijo Jean-Claude, el igualmente corrupto y asesino Baby Doc. Estos siniestros personajes duraron tanto en el poder gracias a la alimentación recibida por el cordón umbilical de la complicidad americana.

Empieza Guillermo señalando que "la última tragedia que azota a Haití ha atraido los focos de las empresas internacionales comercializadoras de noticias que no se cansan de repetir cuán pobre, qué falta de infraestructuras y servicios resulta la sociedad haitiana.

Por su parte el periódico español El País reseña " la crueldad" de la historia de esa nación caribeña: "crisis gubernamentales arbitradas a machetezos, pobreza, hambre y migraciones masivas". Y más si usted quiere agregarle

He entrado en calor. El frío desapareció por completo y sólo me calienta la sangre la gran cantidad de noticias que hablan mal de muchas políticas equivocadas del señor de Los Pinoles, el pelele y espurio presidente de México. Veamos algunas a ver si se calientan también ustedes.

La CFE (Comisión Federal de Electricidad) deja en manos de ocho empresas el suministro de luz. Ya prestan el servicio en tres delegaciones de la capital y a la vez instalan campamentos con 200 peones mal pagados. En el editorial de LA JORNADA se analiza que "los apagones ocurridos anteayer en diversas zonas de la ciudad de México y el área metropolitana permiten ponderar la INCAPACIDAD DE LA COMISION FEDERAL DE ELECTRICIDAD (CFE) de suplir la totalidad de las funciones desempeñadas por los trabajadores de la desaparecida compañía LUZ Y FUERZA DEL CENTRO (LFC) y ponen en evidencia que, en la circunstancia presente, el gobierno federal está imposibilitado para garantizar el servicio de energía eléctrica en el centro del país...Y ya hubo más muertos por los improvisados electricistas, ¿a quién cargárselos? ¿A la
CFE? o ¿Al presidente espurio de la república que hizo desaparecer a Luz y Fuerza del Centro por decreto que, viola leyes constitucionales y otras?
Victor Flores Olea, exembajador de México ante la UNESCO (1978-1982) deplora decisión gubernativa:
-Por supuesto que es capaz de llegar a disparates inimaginables, que sólo hacen posible una ignorancia supina y una suprema irresponsabilidad: Felipe Calderón ha ordenado el cierre de la representación mexicana ante la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Culturan (UNESCO). Por supuesto que la cantidad y la variedad de asuntos fundamentales que allí se tratan deben ser atendidos por una oficina especializada, a nivel de embajador, y no apenas como una tarea anexa a otra embajada. Otra vez se minimiza la presencia internacional de México, se olvida nuestra historia diplomática (Jaime Torres Bodet: director general de la UNESCO 1948-1952), y otra vez se exhibe la barbarie y el desprecio de Calderón por la educación, la ciencia y la cultura. ¿Y el secretario de Educación Pública, no podría haber peleado el asunto? Y por supuesto la secretaria de Relaciones Exteriores, que sin corregir el atropello quedará como mancha imborrable en su historial diplomático. ¿Qué, no hay o no se ameritan renuncias ante tamaño ultraje? ¿Tal es el terror que infunden en los más jóvenes las atrocidades de la jerarquía burocrática?.

Me ha calentado lo bastante para decir en este día: ¡Basta!, aunque pienso en el país qué quién sabe cuando lance esa palabra al viento. ¡Pobre de México tan lejos de los dioses y tan cerca del PRI y el PAN!

DON RENATO PURAFACHA
Domingo 17 de Enero del 2010



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